Reseña: Strawberry Moon. La hija de la luna, de Laia López

Reseña: Strawberry Moon. La hija de la luna, de Laia López
Reseña: Strawberry Moon. La hija de la luna, de Laia López


He cambiado de opinión varias veces desde que leí por primera vez Strawberry Moon. Cuando lo tomé por primera vez me encantó y le puse cinco estrellas. Luego creo que la bajé a cuatro y ahora le pongo solo dos. Igual es un poco exagerado y merece alguna más, pero es que no sé cómo valorarla. Y ahora os cuento por qué.

Trama

La historia no es complicada: una joven sirena que acaba de cumplir la mayoría de edad tiene permiso para salir a la superficie y convivir con humanos durante una temporada. Estudia en el campus universitario cercano a la Laguna, donde vivía como sirena, y ahí hará un grupo de amigos de su mismo tipo (no-humanos).

En la historia se entremezclan dos tipos de trama: la vida social y personal de Diana —la protagonista—, con los pactos políticos de sirenas y merrows (otra especie inteligente acuática).

De alguna manera, este libro me ha transportado a mi infancia, a esos tiempos en los que en verano me pasaba todas las mañanas pegada a la tele viendo H2O. Y, sinceramente, me ha encantado en ese sentido. Echaba de menos esa sensación y me dió buenas vibes, veraniegas y de slices of life con realismo mágico (o más bien fantasía urbana). No sé muy bien cómo se cataloga.

Lo que no me ha convencido del todo

Trama inacabada

En primer lugar: la trama política, de misterios y cosas mágicas, aunque se introduce muy sutil y sucintamente en algunos capitulos anteriores, se trata de la mitad hacia el final. Esa trama que te prometen en la sinopsis apenas empieza a aparecer hacia el final. ¡Y no se concluye! No es que tenga un final, aunque abierto, que de pie a una segunda entrega; ¡es que directamente no tiene final! Acaba en medio de una escena con una gran revelación que te deja con un cliffhanger increíble (porque lo es, y quiero leer la segunda entrega para saber el qué) pero eso no es un final.

Ni siquiera siento como si hubieran desarrollado toda la trama en un primer libro con su introducción, nudo y desenlace. ¿Podría ser un mismo libro más largo? Pues aún no lo sé, porque no he leído Blue Moon, pero definitivamente el primer libro se queda corto, se queda a medias, se queda sin una trama conclusa ni un final decente: apenas acaba de iniciar la acción cuando te cortan el libro y ¡hala! compra el siguiente si quieres conocer el final. No sé, está feo, en mi opinión.

Tono infantil

En segundo lugar: ¿el tono? No sé muy bien cómo explicarlo, pero me ha parecido un tono muy simple e infantil para una vida social adolescente de jóvenes adultos que están entrando en la etapa universitaria. Es decir, el tono y estilo narrativo de Laia está enfocado (no voluntariamente, está claro) a lectores mucho más pequeños de lo que son sus protagonistas. Las descripciones son un poco débiles y los diálogos son muy simples como para ser de chicos de universidad yendo a fiestas en las que toman alcohol.

No lo sé, tal vez sea solo una percepción mía. Pero para poner en contexto: mi hermana pequeña (va a la primaria) se lo ha leído encantadísima, se ha enganchado tremendamente y le ha resultado muy fácil y ameno de leer, como si fuera un libro explícitamente enfocado a esa clase de público (y digo eso porque ella no es una lectora habitual y no le resulta fácil engancharse a libros, menos aún a libros enfocados a un público mayor o más adulto). En fin, no sé si me explico.

La mezcla con las ilustraciones

Por otro lado, y ya como último punto, no me gusta cómo han introducido las páginas estilo cómic en el libro. Hay un montón de páginas que, justo al lado de su narración en texto con sus líneas de diálogo y sus descripciones, introducen una página en formato cómic que ilustra exactamente la misma escena que justo acabas de leer, con las mismas descripciones (ilustradas, evidentemente) y los mismos diálogos en burbujas de texto. Saca bastante de la lectura releer exactamente lo mismo en formato narrativo y en formato cómic dos veces seguidas en la misma lectura. Una cosa podría sustituir la otra. Y creo que todos tenemos claro cuál debería sustituir a cuál.

Lo mejor del libro

Las ilustraciones

Porque claro, algo sí tiene de buenísima esta obra y son, evidentemente, las ilustraciones.

Laia López es una tremenda ilustradora. Sus obras son mágicas, llenas de vida y dinamismo y con colores y detalles que te quitan el hipo. Laia no es escritora, es ilustradora. Y eso es evidente, se hace patente en la historia. Las ilustraciones son, sin duda, lo mejor del libro.

Los personajes

Los personajes son carismáticos, con sus cosas buenas y sus cosas malas (como todo humano, y por lo que se les coge muchísimo cariño). Son personajes humanos algunos con mal humor, con actitudes más o menos egoístas, con sus defectos y virtudes… Y todo eso conforma algo que sí le ha dado un plus a la historia: una magia que ha hecho que lo acabe de leer encantada y rápido (porque se lee muy rápido y fácil). Y es la misma razón por la que mi hermana se enganchó tanto: el carisma de los personajes.

Aprendamos a valorar el trabajo de los escritores

Y este desastre es lo que ocurre cuando dejas en sus manos un trabajo para el que es evidente que no estaba preparada. Yo ni siquiera estoy segura de que ella tuviera pasión o intención alguna antes de que se lo propusiera la editorial (porque, según tengo entendido de una entrevista que vi, fue un encargo de la editorial).

Escribir es un oficio y no es nada fácil ejercerlo

La historia deberían habérsela encargado a un escritor y Laia debería haberse encargado única y exclusivamente de la parte de la ilustración. Que cada uno se centre en lo que se le da mejor hacer, igual que a mí no se me puede pedir que ilustre mis historias porque en la vida he sabido hacer apenas un muñeco de palo. ¿Puedo intentarlo? Claro. Pero a nadie se le habría ocurrido pedirme que lo haga, porque no sé hacerlo.

Pues lo mismo a la inversa, porque se nos olvida que escribir es todo un oficio y no es nada fácil ejercerlo. Y con eso no quiero decir que no haya tenido buenas ideas, como la creación de los personajes. Pero aun así, buena parte de la novela simplemente no pasa nada y es introducción a sus personalidades y hobbies sin que haya introducción de trama ni politiqueo ni movidas chungas. No hasta muy adelante.

En conclusión

Como digo, la parte artística es la que gana y es la única por la que no tiene solo una estrella. Y es la razón por la que he hecho una reseña: porque aunque tiene muchos defectos (y se nota que es la primera obra de Laia y que es posible que Blue Moon mejore, y en futuras obras, si se anima, puede hacerlo mucho mejor) tiene una magia que no encontrarás en ninguna otra obra de arte. Strawberry Moon tiene un diseño de libro (en plan, lo que es el tocho físico en sí) increíble y bien cuidad: tapa dura, páginas buenas y gruesas, imágenes a todo tamaño, a todo color, sin márgenes que recorten y, como ya he dicho, un estilo increíble que me ha introducido en el mundo y me he quedado embobadísima mirando sus ilustraciones durante literalmente minutos de reloj.

Admiro muchísimo el estilo y las ilustraciones de Laia. Eso sí, para escribir libros aún está muy verde.

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