Un breve paseo por Studio Ghibli (parte 1)

Studio Ghibli es un estudio de películas japonés considerado uno de los mejores que hay en la actualidad. Cuenta con grandes filmes a su espalda que, a estas alturas, se han convertido en clásicos modernos, por ejemplo La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro o El castillo ambulante.

Las películas de este estudio se caracterizan, sobre todo, por sus mensajes y su simbología. Casi todas las películas tienen por protagonistas a chicas jóvenes, fuertes e independientes que luchan por sus ideales. Muchas de ellas tienen también mensajes de preservación de la naturaleza, de respeto a las tradiciones, a la familia y al planeta. Y casi todas las películas están acompañadas de un tono fantasioso, de realismo mágico las más discretas y de pura fantasía las demás.

Para mí, todas esas películas han tenido muchísima importancia en mi infancia y mi adolescencia. Son películas muy inspiradoras, bien sean por los personajes fuertes, los mensajes genuinos, la animación y las ilustraciones tan impresionantes o la música conmovedora.

Por eso quería hacer un brevísimo paseo por las películas de Studio Ghibli que he ido viendo durante mi vida.

Nicky, la aprendiz de bruja

Nicky, la aprendiz de bruja es una película infantil sobre una niña que se muda del pueblo a la ciudad para aprender a ser brujita. Una familia de panaderos la acoge para que trabaje como repartidora y con ellos aprenderá a crecer, a buscar quién quiere ser y a convertirse en sí misma. 

Es una película con cierto tono de realismo mágico, ambientada en una ciudad bastante normal llena de personas bastante normales entre las que Nicky deberá aprender a encajar. 

Es una película sobre crecer, sobre la adolescencia, sobre el cariño, la amistad y la familia. Es una película sobre apreciar lo bonito de la vida cotidiana tratada desde un punto de vista supertierno y adorable. Y los personajes, en particular Nicky —y Jiji, su gato— son unos personajes muy carismáticos y los adoro con toda mi alma. 

El viaje de Chihiro

El viaje de Chihiro es una película infantil sobre una niña que se adentra por accidente en una casa de baños para dioses. Es una película de fantasía, tierna, dulce, llena de personajes increíbles, aunque puede resultar un poco dura para los más sensibles. En mi caso en particular, fue la primera película de Ghibli que vi con apenas seis o siete añitos. Fue por ella que me obsesioné con la cultura asiática y por ella que tomé las decisiones que tomé en mi vida. 

Cuando Chihiro y sus padres se adentran en un parque abandonado, Chihiro tiene un mal presentimiento. Los adultos toman las riendas de la aventura y deciden campar a sus anchas, pero la niña enseguida se da cuenta de que algo no va bien. La bruja que gobierna esas tierras convierte en animales a aquellos que la desobedecen, así que pronto la niña se ve sola en ese inhóspito lugar y deberá trabajar duro para romper la maldición que ha convertido a sus padres en cerdos.

Chihiro me inspiró muchísimo de pequeña, y su música siempre me transportará a esa casa de baños.

Susurros del corazón

Susurros del corazón es, probablemente, una de mis películas favoritas de Ghibli, aunque sea por nostalgia. Porque cuando tenía como catorce o quince años, me obsesioné mala cosa con esta peli.

Shizuku es una estudiante que adora las historias que lee en la biblioteca. Y llega un día en el que descubre que hay alguien que siempre coge prestados, justo antes que ella, los mismos libros que ella. Así que emprende la pequeña aventura cotidiana de descubrir quién es el chico misterioso.

Esta es una película tiernísima que significa muchísimo para mí, porque es capaz de transportarme siempre a la secundaria, a cómo vivía ese primer amor de la adolescencia y a revivir esa relación tan intensa que tenía con la literatura.

Cuando era una niña, me pasaba, como Shizuku, las noches en vela escribiendo, escribía en clase y en el patio, me obsesionaba con mis propias historias y sentía crecer mis personajes dentro del corazón. Me dormía a menudo en el escritorio y en clase, por no descansar bien. Es como ver un reflejo de cuando era una cría y revivir esos sentimientos tan intensos.

Arrietty y el mundo de los diminutos

Arrietty es una de las películas de fantasía y aventuras que más me gustan del estudio. Arrietty es una joven diminuta, del tamaño de una flor, que vive debajo de la casa de unos enormes humanos. Un día, en una incursión a la casa humana, conoce al chico que vive en ese hogar y se hace amiga de él. Juntos, protegerán a la diminuta familia de los humanos que quieren acabar con ellos como de las plagas.

Esta es otra de las grandes películas con las que me obsesioné durante la adolescencia. Me inspiró mucho y la vi tantísimas veces que me sabía hasta los diálogos de memoria. Su música es preciosa, Arrietty es una joven encantadora con la que es muy fácil sentirse identificada, y toda la ambientación desde el punto de vista de los diminutos está increíblemente conseguida. 

El recuerdo de Marnie

El recuerdo de Marnie es otra con la que me obsesioné como si no hubiera un mañana. Tuve la suerte de poder verla en original en Japón, y otra vez en el cine cuando la trajeron a España. Estaba tan obesionada, que durante un par de años casi solo escuchaba a Priscilla Ahn, la autora de la canción Fine on the outside (la canción de los créditos).

Anna es una joven enferma que debe ir a vivir con sus tíos en el pueblo como forma de terapia. En su estancia, conoce a una joven rubia llamada Marnie que la lleva a vivir increíbles aventuras.

En esta película, me sentía demasiado identificada con Anna, con la canción y con la nostalgia que desprende la película. Se convirtió en una inspiración para plasmar mi salud mental sobre el papel y para escribir mis propias historias, como las de Marnie. Es una verdadera obra de arte.

Parte 2

Haré una segunda parte recomendando otras películas de Studio Ghibli que me han emocionado, me han inspirado y me han enamorado como estas primeras cinco. Todo el estudio refulge cariño, ternura y fuerza. Es una gran inspiración para mí.