Reseña: Todo lo que nunca fuimos, de Alice Kellen

Reseña: Todo lo que nunca fuimos, de Alice Kellen

Todo lo que nunca fuimos está ambientada en Byron Bay, una pequeña ciudad costera de Australia, en la actualidad. Los protagonistas (y narradores) son Leah, una joven de diecinueve años de personalidad arrolladora y creativa; y Axel, de casi treinta años y con una vida bastante asentada y muy tranquila.

La trama

La historia empieza poco después del accidente de coche que tuvieron Leah y sus padres, en el que ellos murieron. Leah sobrevivió y desde entonces se ha sumido en una ansiedad, depresión y síndrome de estrés postraumático que la tienen encerrada en su propio mundo. Muestra una actitud completamente hermética y apática hacia el resto. Y eso preocupa sobremanera a quienes la rodean (su hermano mayor Oliver y el resto de personajes de la novela).

Oliver y Axel han sido mejores amigos desde la infancia, son completamente inseparables y ninguno de los dos es capaz de concebir una vida más allá de su tranquila estancia de Byron Bay, con sus horas de surf y sus trabajos tranquilos. Hasta que Oliver recibe una oferta de trabajo increíble en la gran ciudad: aunque tendrá que hacer un año entero un trabajo de oficina lejos de su hermana y su mejor amigo, ganará mucho dinero (suficiente como para costear la universidad de Leah). Es una oportunidad completamente irrechazable.

Así que Oliver le pide a su mejor amigo que cuide de su hermana pequeña mientras él acepta ese trabajo y se ausenta tres semanas enteras de cada mes para trabajar en la ciudad. Al final del mes, siempre vuelve a pasar la última semana en Byron Bay para estar con sus seres queridos y ver cómo va todo.

Lo que me ha atrapado de Todo lo que nunca fuimos

Toda la novela se desarrolla en el transcurso de ese año. Cada pocos capítulos hay un separador de meses para que te ubiques en el tiempo. Además, los capítulos son muy cortos y ligeros, en general es una novela muy fácil de leer y digerir.

Una novela «de personajes»

Evidentemente, esa novela es muy «de personajes». Es decir, que es una historia casi carente de trama donde todo lo que sucede está tirado por los sentimientos y actos de los personajes. No hay un objetivo que conseguir ni un antagonista que quiera impedírselo.

Es, simplemente, una novela romántica en la que Leah y Axel irán conociéndose paulatinamente, a medida que avancen los meses y él irá consiguiendo que ella salga de su caparazón.

Evolución de los personajes

Aun así, la historia ha estado bien. Me han gustado los personajes: tienen personalidades fuertes y características. Son de esas que recordaré por mucho tiempo que pase. Al contrario que la trama, que es prácticamente inexistente y probablemente en unos meses no seré capaz de decirte cómo evolucionan los personajes.

Pero está claro que evolucionan de una forma muy orgánica a medida que avanzan los capítulos. Las cosas van avanzando de forma paulatina y creíble. Me ha gustado mucho eso, especialmente.

Uso del lenguaje

Otro detalle que me ha gustado es los pocos pelos en la lengua que tiene la autora. No consideraría este un libro de erótica, pero sí tiene sus escenas subidas de tono: y no lo hace en ningún momento incómodo de leer ni usa metáforas estrafalarias para referirse a las intimidades. Está muy bien escrito y lo he disfrutado mucho.

Lo que personalmente menos me ha convencido del libro

La salud mental de Leah

Por un lado, cómo se trata la salud mental de Leah. Entiendo que es una novela que no pretende ahondar en la salud mental, sino al contrario, ahondar en todo lo que sucede cuando ella va estando mejor y va conociendo al chico.

Pero es que ha habido actitudes un poco feas por parte de Axel. Por ejemplo, cómo ha forzado a la chica a situaciones que se le escapaban completamente del control. O que en ningún momento ha estado en manos de un profesional. Sé que no es un libro sobre salud mental ni un folleto sobre cómo hay que actuar en determinadas situaciones, pero, no sé, no me gusta que se trate tan a la ligera como si el caso fuera que se ha torcido el tobillo. (¡La chica está traumatizada por vivir la muerte de sus padres en primera persona!).

Aun así, no es algo tan grave como para disgustarme la novela. De hecho, en la mayor parte de la novela (¿de la mitad en adelante?) todo eso ya no tiene relevancia alguna. Ni siquiera se centra en esos aspectos.

La diferencia de edad y las balanzas de poder

Por otro lado, la diferencia de edad entre los personajes y cómo eso juega en las balanzas de poder.

Axel es diez años mayor que Leah. Y, aunque no son hermanos de sangre, en sus cabezas es como si lo fueran. Muy a menudo, Axel habla de Oliver como su «otro hermano» y de Leah como su hermana pequeña.

Por parte de Leah, no es tan así. Oliver y Axel son los dos que tenían esa relación más fraternal entre ellos. Ella, en cambio, como la pequeña de los tres, solo lo percibe como el mejor amigo de su hermano (del que lleva enchochadísima desde que tiene uso de razón).

Desde el principio de la novela, él la ve a ella como la bebé indefensa a la que debe cuidar. Porque la siente como una hermana, por la diferencia de edad y por el estado de salud mental de ella que lleva a ambos chicos a ser muy sobreprotectores. Ella, en cambio, lo ve todo al revés: él es el chico guapo y surfero, ligón y sin ataduras ni rayadas mentales. Lo ve como el chico perfecto del que enamorarse. Lleva colgada de él muchos años y eso solo la hace más vulnerable.

En fin, creo que se entiende claramente cómo se inclina la balanza de poder. Todo lo que él quiera, haga o diga, ella lo hará.

La trama

También es cierto que, al ser una historia 100% de personajes, la trama flojea. Y no me malinterpretes: este es mi tipo de novelas favorito, completamente de personajes. Pero sí que es verdad que he notado puntos en los que me costaba seguir leyendo. No por nada especial, sino porque se me hacía un poco repetitivo en cierta manera y no había giros inesperados ni tensión de ningún tipo.

Aun así, no lo considero malo en absoluto, ha sido una novela muy tranquila y agradable de leer.

Te gustará Todo lo que nunca fuimos si te gusta…

En resumen: ¿que si lo recomiendo? Pues en general sí, bastante. ¿Puede gustarte? Si te gusta el romance, el ir desgranando la personalidad de los personajes hasta desnudar su alma y sentir la atracción a través de las páginas… ¡es definitivamente tu libro!

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